2/2/11

Orfeo y Euridice


Orfeo era hijo del dios Apolo y la musa Calíope, de quienes heredo el canto y la poesía. Orfeo recibe como regalo la lira de siete cuerdas de su padre a la cual le agrega otras dos cuerdas en honor a las nueve musas del Parnaso. Se dice que Orfeo tocaba las notas más hermosas de toda Grecia, superando incluso la  habilidad su padre Apolo. Los hombres y los animales se embelecian, las plantas crecian rapidamente, las tormentas y las bestias se calmaban e incluso los dioses se inmutaban al escuchar tan hermosas y delicadas notas.

Un día  Orfeo buscando algo de comer se encuentra con una hermosa ninfa auloníade llamada Eurídice. La ninfa le regala una manzana y Orfeo como gratitud le regala unas hermosas notas, notas que enamoraron a la ninfa. Orfeo y Eurídice deciden casarse. El día de la boda Eurídice se encuentra con Aristeo, un viejo enemigo de Orfeo, quien sin mediar palabras se lanza sobre la ninfa para violarla; pero Eurídice logra zafarse y comienza a correr para huir de su agresor, cuando al pisar, una serpiente la muerde y le causa la muerte casi instantánea.

Orfeo  impacientado comenzó a buscar a Eurídice. Cuando la encontro ya estaba apunto de morir, el  alma de la ninfa desparece en forma de mariposa nocturna y finalmente muere. Orfeo toma su lira y comienza a entonar las notas más tristes y fúnebres jamás escuchadas; las plantas no crecían, los hombres se afligían, los animales gemían de tristeza y la compasión de los dioses se volvió infinita, al punto que le dieron permiso a Orfeo para bajar hasta el mismo inframundo a buscar a Eurídice.

Orfeo al bajar al inframundo comenza a tocar su lira nuevamente, haciendo llorar a los propios demonios. Cerbero, guardian de las puertas del infierno se dejo seducir y permitió su paso. Al pasar se encuentra con el  barquero Caronte, al que hay que pagar con un par de monedas para transportar las almas de un lado del rio Aqueronte al otro, Caronte al escuchar tan tristes notas le ofreció el viaje sin pedir compensación alguna. Orfeo finalmente llega hasta el trono de Hades (vease Hades) y Perséfone (vease Persefone) a los que les pide que le regresen su amada Euridice mientras tocaba su triste lira; los dioses se compadecieron de el y aceptaron con una única condición; Orfeo tendría que atravesar todo el inframundo de regreso sin voltear a mirar a Eurídice hasta que la luz del sol vuelva a cubrir sus cuerpos (En señal de salvación de las tinieblas). Orfeo confiado de poder cumplir la penitencia rompe rumbo hasta su hogar, entonando notas alegres sinónimo de su alegría. Un halo de luz sirve de referencia al final de la cueva pero entonces los nervios y la curiosidad de Orfeo toma fuerza y se pregunta si todo aquello que le sucedía era cierto y no un sueño o una mala jugada de los dioses del inframundo; cuando la luz del sol toca el cuerpo de Orfeo este voltea su mirada a ver si esta Eurídice, y efectivamente allí estaba, pero desgraciadamente su cuerpo aun estaba en las sombras, su cuerpo no habia tocada aun la luz y fue arrastrada hasta el inframundo nuevamente y de manera definitiva. Desde entonces las notas de Orfeo dejaron de ser alegres y tristes; sus notas de culpa causaron su muerte y los dioses tomaron su lira y la colocaron en el cielo. 

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Cosas para resaltar:

Muchas veces me pregunte porque los difuntos eran enterrados con un obolus (moneda de plata), puestos en los ojos del cadáver. Tengo memoria de haber visto algunas películas donde se tapaban los ojos de los difuntos con monedas. La razón es porque una vez que la sombra de la persona muerta alcanzase el inframundo, pudiera pagar a Caronte para poder pasar a través del río Aqueronte. Aquellos que no tenían la cantidad suficiente, o cuyos amigos habían rechazado dar los ritos apropiados del entierro, esperaban durante cien años en la ribera del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar y entrar al reinado del inframundo como tal.

De las 88 constelaciones una de ellas recibe el nombre y figura de lira. Hace referencia a la lira de Orfeo.

La fuente de Orfeo ubicada en Estocolmo muestra un primer plano de Orfeo tocando su lira sobre las nueve musas que simbolizan las nueve cuerdas, por esa razon no aparecen las cuerdas en esa escultura.

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